Por Plaza Catorce
La psicóloga Sijam Ismael ofrecerá este jueves 23 de agosto, a las siete de la noche en Cochabamba, una charla que ha titulado “Desapego”, donde los asistentes podrán entender bien por qué los seres humanos nos apegamos a las personas y a las cosas; por qué sufrimos por conseguirlas y, cuando las conseguimos, sufrimos igual por no perderlas; y por qué le ponemos un significado tan importante a las cosas y a las personas en nuestras vidas.
“Aquí tú ves esta chompa, ya está viejita, pero me la regaló alguien que amo y adoro, o sea que en el momento que me la pongo, no me estoy poniendo solo la chompa, también me estoy poniendo el cariño de la persona… Eso es apego, eso es jugar con los significados que le pones a las cosas”, explica Sijam Ismael sobre el apego y sigue ejemplificando con el caso de la chompa. “Ya está agujereada, ya está viejita, pero no la voy a botar. No la uso, pero no la voy a botar por honor y respeto a la persona que me la ha regalado”.
“Todas esas son ideas –dice la psicóloga—que ya no sirven porque una de las leyes básicas del Universo es el flujo. Si tú quieres una vida nueva, tú no puedes entrar a esa vida nueva cargada de cosas viejas. Si tú quieres ropa nueva no puedes poner ropa nueva en un armario que está reventando de cosas viejas, tienes que hacer campo, tienes que botar, tienes que hacer circular”, dice en una entrevista con Plaza Catorce.
Durante varios años Sijam Ismael ha sido docente en la carrera de Psicología de la Universidad Mayor de San Simón. Es psicoterapeuta gestáltica y combina sus prácticas profesionales con la terapia Cráneo Sacral y de Polaridad. Hace varios años creó, junto a la psicóloga Ivonne Jáuregui, “Ser Integro Psicoterapia & Desarrollo Humano Integral», un centro donde además de terapias individuales se ofrecen diferentes tipo de talleres y se trabaja con grupos de apoyo para mujeres. En 2015, Sijam Ismael publicó el libro de psicología “Abre tu mente… ¡Cambia tu vida!” y el 2016 presentó “CalmArte. Pintar es crear un espacio de serenidad”, un libro de mandalas.
“El apego es la fuente del sufrimiento”, sostiene Sijam, volviendo al tema, y señala que el desapego es una idea que tiene miles de años y ya estaba presente en las enseñanzas del maestro Buda, a quien ya le fueron con la pregunta crucial: ¿Por qué el ser humano sufre? “El ser humano sufre por ignorancia, porque él quiere hacer las cosas a su modo e ignora las leyes del Universo. Vivimos en un Universo donde todo es transitorio, todo cambia, pero nosotros somos tan caprichosos que queremos que esto dure para siempre, que ‘estito’ sea para siempre, pero nada dura para siempre”, sentencia.
Sijam dice que en los términos de apego se sufre de una u otra manera. “Sufres por conseguirlo y cuando lo tienes sufres también porque tienes miedo de perderlo. Es una perpetuación del sufrimiento”, y señala también que la solución para acabar con el sufrimiento sería, entonces, cambiar de actitud. “Uno de los puntos cruciales, si queremos estar bien y felices, es que hay que cambiar nuestra actitud con relación a las personas y a las cosas… Vivir como si no fuéramos dueños de nada ni de nadie, ese es el mensaje”.
Para abundar en la idea, el apego, según explica Sijam, es “cuando tú te conectas a un objeto y piensas: Sin este objeto yo no soy feliz. Es como acabar creando una dependencia de ese objeto porque lo necesitas para estar bien, para sentirte bien, para ser feliz o para completarte, y ningún objeto externo en realidad te va hacer feliz o te va completar. Tú tienes que estar completo por ti mismo, los objetos están ahí para ayudarte, para vivir mejor, para servirte cuando los necesitas, pero no para estar a tu lado eternamente. Y ni siquiera las personas, ni siquiera tus hijos, que es lo más preciado, todo vuela, nada es tuyo, tú no tienes propiedad de nada. O sea, el tema es: Nada te pertenece; entonces, ¿por qué quieres seguir teniendo y apegarte?”.
Esta charla será dictada este jueves 23 de agosto, a las 19:00, en el salón de eventos del edificio Los Escudos (avenida Uyuni casi esq. Potosí Nº 585). El ingreso es un aporte voluntario.