Por Plaza Catorce
Daniel Lu Gonzales nació el 14 de junio de 1989 en Cochabamba, ciudad donde salió bachiller del colegio Irlandés y donde después estudió Filosofía y Letras en la Universidad Católica Boliviana San Pablo. Además de una poeta “maldita” capaz de escribir bastante bien y ser la mensajera alada y luminosa, valiente y capaz de transmitir los vacíos existenciales de su generación, era una diseñadora gráfica talentosa y una Makeup Artist llegada del futuro para enseñarnos cómo es que vendrá la historia después.
“Texturología (o esterillas de agonía)” es el último poemario rústico que hizo con sus propias manos y que presentó en la segunda Feria de Impresión y Edición Alternativa Tinta Quemada, realizada a fines de junio de este año. En este poemario están contenidos los títulos: Purpurina destroy, Estertor en esterilla, Alucinógenos de néon, Side effects, Caramelos, Oda al Clonazepam, Birras y pilas, Autocontrol, Automedicaciones conformes, Rehab o no rehab, Antidepresivos de papel maché y Politoximaniáticos.
Daniela Lu Gonzales lamentablemente murió este aciago 18 de septiembre de 2018. Aquí reproducimos tres poemas incluidos en su última publicación. En Plaza Catorce sentimos mucho, mucho dolor por su repentina pero anunciada partida.
PURPURINA DESTROY
Lo excentrado,
Narices paranoicas
Bocas con llagas
Deberíamos volver
Seres, seres infinitos
Abriendo portales unidireccionales
Pero dejar el vicio no es imperativo,
Cuando cae la noche
Bailan las neuronas
Es hora de destruirse
No necesitamos pistolas
Polvo de hadas es suficiente
No tenemos otras opciones
Malditos deformes nos dicen
Y ellos qué saben?
La morfina del horario de oficina
Es legal y elegante,
Pero no a todos les gusta ese baile
Poderosos enlodados
Quiénes son los de arriba?
Dónde estamos parados?
Tristes nubes difuminan
La caída sublime de los marginales
Al final todos somos alimento de gusanos
Polvo espacial estancado
CARAMELOS
La muerte es invocada, pero no siempre llega a tiempo
Así es como quedan vivos los que luego se hacen llamar poetas,
Y cada madrugada como una bola de pelos que sube por la garganta
Se atascan en ellos palabras, sueños, amores, dolores,
Que no se curan ni se callan a veces se calman
Con caramelos de propóleo
Y un masaje de mentisán en el alma
AUTOCONTROL
Nunca estamos dormidos
No se callan
Pero ya sabemos el canto que los arrulla
Disfruta del sol, y de la oscuridad en la bruma
Baila entre los cabellos
Ya nadie nos asusta
Danzas paganas
Deudas notificadas
Dioses pixelados
El asunto está en amar y ser amado
Eso dice y se repite
Claramente los poetas no saben nada
Tome por ejemplo este poema
Yo solo quiero llegar al día siguiente
No entiendo mucho, pero puedo caminar
Hasta su umbral, si me explica
Como no saltar