“Durante toda la vida que he tenido siempre me quejaba por mi vida desgraciada, problemática, llena de padecimientos; aquí (Cochabamba), en Croacia y en todo lado, pero sí me parecía que mi vida era buena para una película. Hubiera preferido que sea película y no mi vida”, responde Dragutin Lauric Cabrera cuando se le pregunta por qué se animó a escribir “Nacido para perder”, libro que se presenta este martes 30 de enero a las siete de la noche, en el auditorio del Centro Boliviano Americano de Cochabamba.
Si bien la novela se desarrolla en varias ciudades de Bolivia y la ex Yugoslavia, la columna vertebral de “Nacido para perder” es Cochabamba, donde Drago Lauric llegó y se estableció en los años 90 después de huir junto a sus dos hijos de la guerra de los Balcanes. Lo que siguió a esto, según él relata, tuvo su ‘punto de no retorno’ el año 2010 cuando textualmente dice: “Me llené de mierda”. “Murió mi madre en las peores condiciones, me he sentido culpable, pero había algo en mi subconsciente que me decía: Ándate a La Paz”.
Aunque su infortunio existencial continuó en la sede de Gobierno, Drago recibió ahí todas las señales que lo llevaron a finalmente escribir con puntos y señas la historia de su vida. Primero aparecieron uno tras otro los conocidos y amigos que lo animaron a contar su historia y después vino el título, que lo tomó de los Johnny Thunders&The Heartbreakers.
“Me encanta la música, escucho música hasta en mi cabeza y por esa época del 2015 estaba atravesando por un tipo de rock de mediados de los 60”. Entonces Drago empezó escuchando los MC5 y después se enteró que habían varios otros grupos de esa onda y llegó a escuchar “Nacido para perder”. Al escuchar el título de esta canción pensó: “Por ahí va la cosa, no tiene nada que ver con la idea de mi libro, porque la idea del personaje es que siempre, desde wawa, tenía que pasar por una serie de agravios, un padre dominante; él andaba desubicado porque no sabía si era serbio o croata o boliviano”.
Ya para fines del 2015, el lugar donde trabajaba Lauric Cabrera atravesaba serios problemas. “Nos cortaban la luz y el Internet” y a quedarse viendo televisión prefirió escribir y en sólo cinco meses tenía 400 páginas listas con su historia narrada cronológicamente. Acto seguido, con el manuscrito en mano visitó a su amigo de infancia, René Velásquez Canedo, quien prometió ayudarle con todo lo que tenga que ver con la impresión, pero al mismo tiempo le dejó bien claro que muy poco podía hacer con la edición del texto. Sin embargo a los pocos días recibió la llamada de René Velásquez, quien le comentó que su amigo escritor, el cochabambino Raúl Rivero Adriázola, estaba de paso por la ciudad de La Paz y que había quedado interesado en su historia.
De ese modo, durante un año Drago y Raúl trabajaron en la corrección y edición de “Nacido para perder” y el último trimestre del año pasado la obra salió impresa gracias también a otra amiga de infancia de Drago, Teresa Cámara (quien vive en Canadá) y lo ayudó a buscar financiamiento para la impresión.