El Romancero: Augusto Valda Chavarría (1931–1961)

Juan Clavijo Román (*)

Los poetas del pasado, como Valda Chavarría, escriben según como corre el agua del río, cristalinas, limpias, puras, pero caudalosas y tormentosas cuando sienten, viven, sufren la marginalidad, el odio, la explotación y se levantan vigorosas, con la firmeza y compromiso de luchar por la vida, para que la vida tenga por lo menos un granito de esperanza.

¿QUIÉN ES AUGUSTO VALDA CHAVARRÍA?

Poeta boliviano. Fundador del grupo “Puerta del Sol de América” (1948). Profesor de Literatura y Filosofía. Director de Cultura del Ministerio de Educación (1960). Catalogado como el poeta de la revolución de abril.

Uno de sus versos que hacen referencia a la revolución de abril, dice:

Te arrebataron tus tierras/Te arrebataron tu hembra/Te arrebataron tus pulmones/Tus cosechas y tus siembras/Y te arrebatarán el aire también/Si tú no protestas.

Inició sus actividades literarias cuando cursaba secundaria. Sus primeros veros fueron publicados en la Antología “Valores de América”, editado en Uruguay en 1948, como fruto de un concurso americano de poesía, cuando nuestro autor asomaba a unos dieciocho años. Muchos son los premios que obtuvo desde entonces en justas literarias.

A decir de Adams Wilson: “Todo en él era poesía, ella brotaba en forma natural y como manantial inagotable de sus palabras y sus hechos, en sus afectos y desafectos”.

Jaime Choque Mata por su lado señala: “Su producción lírica, aunque breve, no solo refleja una parte de la historia de nuestro país /…../. además, constituye por su vigencia nativista y telúrica, la parte esencial de su tesoro literario”.

Otro verso significativo del poeta Augusto Valda Chavarría, sintetiza las consecuencias del enfrentamiento del aborigen contra el español.

Indio de cara morena/Indio de ojos hundidos/¡Levántate que ya es hora/De que se eleve tu grito!/Deja tu llama y tu choza,/Toma la pluma y el libro/Escribe la nueva historia/Hasta el amén de los siglos.

Cultivó con maestría el género del romance.

¿QUÉ ES EL ROMANCE?

Es una composición poética formada por una serie indefinida de versos, generalmente octasílabos, que riman en asonante los pares y quedan sueltos los impares.

El romance es un poema característico de la tradición oral, y se populariza en el siglo XV, en que se recogen por primera vez por escrito en colecciones denominadas “romanceros”. Los romances son generalmente poemas narrativos de una gran variedad temática, según el gusto popular del momento y de cada lugar. Se interpretan declamando, cantando o intercambiando canto y declamación.

CLÁSICOS DEL ROMANCE

Es importe mencionar a los cultores clásicos españoles del romance y dar lectura a estrofas importantes de sus composiciones.

Tenemos a Lope de Vega (España 1562 – 1635). Romance: “Canto pájaro amante”, parcial:

Canta pájaro amante en la enramada/Selva a su amor, que por el verde suelo/No ha visto el cazador que con desvelo/Le está escuchando, la ballesta armada.

Huye, teme, sospecha, inquiere, cela/Y hasta que ve el cazador es ido/De pensamiento en pensamiento vuela.

A Luis de Góngora (España 1561 – 1627). “Romance”, parcial.

Amor le ofrece su venda,/Más allá sus velos rompe/Para ligar sus heridas;/Los rayos del sol perdonen.

Desnuda el pecho  ante ella;/Vuela el cabello sin orden;/Si lo abrocha, es con claveles,/Con jazmines si lo coge.

Al inmortal Francisco de Quevedo (España 1580 – 1645), Romance: “Verde que te quiero verde”, parcial.

Verde que te quiero verde,/Verde viento, verdes ramas,/El barco sobre el mar/Y el cabello en la montaña./Con la sombra en la cintura/Ella sueña en su baranda,/Verde carne, pelo verde,/Con ojos de fría plata./Verde que te quiero verde,/Bajo la luna gitana/Las cosas le están mirando/Y ella no pueda mirarlas.

Otro clásico español, Juan Meléndez Valdés (1754 – 1817). Romance: “Los besos de amor”, parcial.

Cuando a mi ardiente boca/Su dulce labio aprieta,/Tan del placer rendida/Que casi a hablar no acierta.

Entonces, ¡Ay!, si alguno/Contó del mar la arena,/cuente, cuente, las glorias/En que el amor se anega.

PREMIOS DE AUGUSTO VALDA CHAVARRÍA

Premio: Jazmín de Plata; Juegos Florales de Medio Siglo. 1951. “Romance de los Aymaras”, parcial.

Cuando la sombra era sombra/y era el silencio un gemido,/cuando los Andes hablaban/y el Altiplano era un niño/surgieron de las montañas/hombres valientes y altivos/para poblar de grandeza/un mundo desconocido.

¡Indio de tez bronceada,/Indio en la lucha curtido,/ahora tu sol no alumbra/pero ya muestra su brillo,/están tus manos labrando/un hacha de doble filo/y esa tu quena se apresta/para entonar un nuevo himno!/Has de volver a ser grande,/lo dice así tu destino,/que Tiwanacu no ha muerto/y aún Wiracocha está vivo!

El “Romance de los Aymaras”, tiene 10 estrofas, 127 versos. Expresa la grandeza de la cultura aymara, el dominio de los kechuas. Donde el indio desde que fue indio sigue igual o peor y proclama que es tiempo de levantarse para escribir una nueva historia.

Premio: Irupé de Estaño; Primeros Juegos Florales Revolucionarios. 1953. “Romance Nativo”, parcial.

Imilla de rebozo/descolorido,/te compraré uno nuevo/para el domingo,/tengo mis ahorros/pa mantener tu vida/por más de un año.

Por un camino pleno/de tu recuerdo/volví para pedirte/que nos juntemos;/si nos casamos,/en vez de minerales/habrá ganado…

Me voy para otras tierras/a ser minero/pero nunca me olvides/porque te quiero;/llantos y quejas/serán sólo alegrías/tras de la espera.

Traigo mi vida rota/por el estaño/y siendo apenas joven/me siento anciano:/porque me quieras/arañé socavones/dentro la tierra.

¡Lorenzo Chipana Quispe/te gritan cielos y tierra/Y ante este grito rechinan/con un temblor tus cadenas!/¡Ven a tomar lo que es tuyo!/¡Ven que la gloria no espera!/¡Ven a pelear en tus surcos/ya enarbolar tu bandera!

El “Romance Nativo”, tiene 12 estrofas y 242 versos. Es la historia de Lorenzo Chipana Quispe, mascando su rabia, ya no quiere ser pongo pordiosero y le dice a su Francisca: Me voy a ser minero, pero solo.

Trabaja de perforista y después de mucho tiempo regresa a su valle querido igual de pobre, como “charango sin voz ni cuerdas”. El patrón dueña de su amada. Llora, clama, sufre y se muere. El pueblo clama a los cielos diciendo: ¡Ven a pelear en tus surcos y a enarbolar tu bandera!

Premio: Juegos Florales de la Juventud. 1953. “Romance para mi Ñusta”, parcial.

Te quiero porque te quiero/con mi pasión sin ventura,/con ese cariño puro/del Inti para su Ñusta,/por la primera palabra/que no nos dijimos nunca/y que se ahogó entre los labios/igual que palabra última.

Te quiero porque te quiero/¡tú ya lo sabes kantuta!/que te lo he dicho en una hora/preludiadora de aromas,/cuando el amor granizaba/en el ocaso de púrpura/y el viento arreaba nubes/cual jilakata a sus mulas,/por eso canto mi huayño/con mi charango que aulla,/por eso dice mi quena/temblando: munarikuway.

Morena, Inti del alba,/Coya de todas las musas,/arcoíris de los nevados/que se han clavado en la puna;/con mi rebaño de penas/y mi tropilla de dudas/–si aquí es inútil querernos–/te esperaré en ultratumba.

El “Romance para mi Ñusta”, tiene 8 estrofas y 146 versos. Es la historia del amor no correspondido, cuando dice: “Te quiero desde mañana, hasta el ayer que ya es nunca” y presagia encontrarla en ultratumba.

 

Y así podemos continuar otros títulos: “Romance de Navidad”, “Romance de la Partida”, “Romance del Adiós”, ”Romance del Recuerdo”, “Romance del Silencio”, “Romance del Olvido” y otras remembranzas.

(*) El autor es investigador y escritor, además de Romancero del Valle.


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