“Finger Food Gourmet” es el nuevo curso que este fin de semana se dictará en Al-kemya Cooking Experience, donde los participantes, bajo la guía de Pedro Guereca y Alessandra Spicchi, aprenderán las técnicas profesionales para preparar tapas, delikatessen, canapés y aperitivos para cualquier ocasión. Éste es el séptimo curso que se imparte, en lo que va del año, en Al-kemya. A pedido del público, a mediados de abril se repitió el curso de panes y pizzas porque mucha gente se quedó sin participar, ya que los cupos son limitados. “Generalmente son cursos quincenales que varían entre cinco a seis horas y a veces hasta siete”, dice Pedro Guereca en una entrevista con Plaza Catorce y explica que, por ejemplo, su curso de introducción a la cata de vinos de principios de abril pasado “ha sido muy bueno y ha tenido mucha expectativa”.
Además de este curso de Finger Food Gourment que se realizará este sábado 5 de mayo desde las dos de la tarde, Al-kemya prepara otro muy interesante sobre ahumados, “donde vamos a enseñar los procesos de cómo hacer un ahumado saludable, porque tú puedes ahumar hasta con papel periódico pero no está dicho que sea un ahumado saludable. Hacer un ahumado saludable no es difícil pero requiere mucho cuidado, desde la elección de las maderas para ahumar y los métodos”, adelanta Pedro y también cuenta que otro curso que está preparando con mucho cuidado es uno de cocina creativa, “donde los participantes van a aprender a hacer sus propias creaciones culinarias con criterios bastante sólidos y racionales van a poder crear. Es decir, a través del uso de un ingrediente van a poder anticipar la sensación que va tener el plato en el comensal”.
Al-kemya es un proyecto que comenzó a gestarse en Cochabamba hace cuatro años, cuando Guereca y Spicchi tenían en la avenida Salamanca el restaurante-pizzería Degustibus. “Al-kemya se reabre con la misma óptica de la cocina de autor, pero además con un proyecto muy ambicioso –que se ha cristalizado después de cuatro años– que es la formación gastronómica, pero la formación con un criterio técnico, antropológico (sin que esto parezca difícil) y amigable. Cocinar no es difícil, queremos hacer cocina responsable y una enseñanza responsable con un alto grado de enseñanza teórica y aplicación práctica; es decir, los alumnos queman su propio arroz”, explica Pedro.
Sobre la enseñanza, aclara que “cuando alguien enfrenta un reto gastronómico siempre está nervioso” pero que la idea de esta escuela es que si un practicante quiere hacer una ensalada se le enseña desde escoger un buen ingrediente. “Lo tienen que oler, mirar y una vez que descubren cuales son las cualidades del ingrediente entonces pasan a la segunda fase que es la transformación. Todo empieza en el ingrediente, no hay un buen ingrediente y puedes ser el mejor cocinero del mundo y no pasa nada”, sentencia Guereca.
Según señala, “la experiencia de cocinar puede ser muy satisfactoria o muy frustrante, y es satisfactoria cuando ves que las cosas empiezan a salirte como te las esperas y eso lo hacemos a través de tutorías personalizadas, porque el número máximo de alumnos no supera los doce, a pesar que tenemos mayor capacidad, pero solamente de esa manera podemos a cada uno de los alumnos explicarle, tutorarle sobre sus experiencias, haciendo que esta experiencia sea amigable, divertida y altamente satisfactoria”.
Al-kemya está ubicada en Collpapampa (Tiquipaya) y sus propietarios quieren otorgarle un estilo de academia de cocina europea, empezando por el huerto de hierbas aromáticas que tiene. “No vamos hacia ninguna línea de cocina en general sino a cocina temática. Por ejemplo, tienes cursos de panes y pizzas, donde los estudiantes terminan horneando su propio pan. Lo importante es que usamos elementos de cocina normales, por ejemplo hornos no muy sofisticados, porque si tienes un horno muy sofisticado el alumno va a su casa y no puede extrapolar la enseñanza; en cambio, si tú le enseñas en un horno normal, similar al que toda la gente tiene, él va poder manejar todas las variables y saber por qué ha tenido éxito o por qué ha fallado, y eso es parte de la filosofía de enseñanza”.
Normalmente los cursos que se dictan en Al-kemya son impartidos por Alessandra y Pedro, pero también tienen profesores invitados. “Ahora estamos preparando una agenda, porque lo que hemos hecho hasta ahora es establecer la metodología que la estamos haciendo más eficiente y luego vamos a traer también profesores invitados. Tenemos un español que va enseñar a hacer paellas y algunas cosas de la cocina española; tenemos una chef de pastelería que va dar un curso de pastelería básica”.
Sin embargo, Al-kemya no es solo una escuela de cocina sino que a la par también es un restaurante que está abierto sólo los sábados y domingos. “En Al-kemya tú puedes comer cosas inéditas porque la mayoría son recetas nuestras, como la famosa lengua a los cuatro picantes, un plato muy aplaudido”.
Las personas interesadas pueden obtener más información llamando a los teléfonos 77927979 y 4316265.