Por Plaza Catorce
En el salón Gíldaro Antezana, de la Plaza 14 de Septiembre, estará abierta hasta el próximo 28 de octubre la exposición colectiva “Gente que ama el arte”, que reúne a varios maestros como el escultor Efraín Callizaya Loza, Gonzalo Mamani Mamani, German Patiño Guardia, Silvia Salazar y Ruperto Salvatierra.
“Esta vez estoy exponiendo por primera vez batik”, dice en una entrevista con Plaza Catorce Silvia Salazar Márquez, especialista en escultura y grabado que en esta oportunidad expone nueve obras hechas en batik y dos grabados, uno de ellos que recién obtuvo una mención honrosa en el certamen Salón Municipal 14 de Septiembre 2018.
Silvia Salazar es maestra de grabado en la Escuela Superior de Arte Raúl G. Prada y aprendió la técnica del batik en un curso dictado hace tres años por la artista Raquel Velasco y hace unos meses atrás Raquel dio otro curso particular, esta vez a un grupo reducido, y Salazar aprovechó la oportunidad para crear nuevas obras que ahora son expuestas.
La temática de los batiks es variada y presenta un paisaje de Totora, reproducciones del célebre artista checo Alfons Mucha y flamencos y loros. “Más o menos estoy trabajando en estas obras hace unos dos a tres meses. No es complicado hacer batik, pero el material es difícil de encontrar en Bolivia”, aclara.
Ruperto Salvatierra Lazarte es otro de los maestros que esta vez, después de dos años de ausencia de las galerías de arte, presenta 19 nuevas creaciones que van desde paisajes, pasan por retratos y terminan en bodegones, trabajados con la maestría que caracteriza a este artista cochabambino. “Aquí estamos viendo que la temática es variada, hay bodegones (flores de girasol y eucalipto, cestas con papas y un nopal), paisajes y mujeres”, explica Salvatierra a Plaza Catorce.
Las dimensiones de los cuadros de Salvatierra van desde los 1.13 metros por 1.38 m., hasta 26 por 28 centímetros. “He tenido suerte. Es un milagro que he vendido antes de la exposición, en mi casa”, cuenta Salvatierra y agrega: “He tenido suerte porque durante un año pinto y no se vende nada”.
“Hay tantas maneras de trabajar –dice Ruperto—. Cada cuadro tiene su cosa nueva, no son iguales, como por ejemplo vemos de otros pintores que es bien monótono su estilo o la técnica que hacen. Aquí no, cada cuadro es como una persona. Cada persona es diferente a la otra ¿verdad? Entonces, los cuadros son así, aquí podemos ver esta niña que está pintada de otra manera; las flores de eucalipto están en fondo oscuro directo”, dice el artista mientras muestra los cuadros que expone.
Sobre el precio en el que está vendiendo sus cuadros, Salvatierra Lazarte dice: “El precio de los cuadros juega mucho. Por ejemplo, si yo tuviera mucho dinero, estos cuadros que he vendido subirían un poquito más, pero también hay que ver donde vivimos, en Bolivia… Todos esos detalles influye mucho”. “Arrieros en retorno”, su obra de 1.13 m. x1.38, está en 4.000 dólares, por ejemplo. “Tengo cuadros de 300 dólares pero hay gente que no quiere pagar ese precio, ofrecen 100, 80 o 70 dólares, y si uno está necesitado y no ha vendido nada, tiene que vender en ese precio bajo”, confiesa.
En esta exposición que fue inaugurada el pasado 15 de octubre, también destaca la obra del premiado Gonzalo Mamani Mamani y del escultor paceño Efraín Callizaya, ambos con varios premios logrados a nivel nacional e internacional.