Guido Köller expone en el Centro Boliviano Americano

El ceramista Guido Köller inaugura este martes 16 de octubre, a las 19:00, en el auditorio del Centro Boliviano Americano (25 de Mayo Nº 0365), una exposición de objetos de cerámica, donde destacan sus muraletes cargados de color. Son cuadros de formato mediano y un promedio de 50 por 40 centímetros, elaborados con cerámica. De este tipo tiene parabas y paisajes andinos. Esta exposición estará abierta hasta el próximo 24 de octubre, las visitas se pueden realizar a partir del miércoles 17 de 8:30 a 11:30 por las mañanas y de 15:00 a 19:00 por las tardes. El ingreso es libre.

El mes de mayo pasado, Guido Köller impartió talleres de cerámica artística utilitaria a los alumnos de la Universidad Privada Boliviana de Cochabamba  y en abril dio un curso de quince horas para la fabricación de moldes de cerámica en el Centro de Innovación Tecnológica de Cerámica (Cite) de Mallasilla de La Paz. A principios del año pasado presentó una exposición en el Centro Pedagógico y Cultural Simón I. Patiño de Cochabamba, después estuvo en la galería Arte y Cultura de la ciudad de Sucre y normalmente su trabajo se puede encontrar en la galería Casa Azul de La Paz.


Guido Köller: Semblanza del artista

Por Álvaro Gálvez (*)

Nació en Potosí y se educó en el Perú y Bolivia. Cursó estudios de agronomía y arquitectura que no concluyó por dedicarse a actividades comerciales o remuneradas. Posteriormente se dedicó a la decoración de interiores, combinando con la producción de arte mural y pintura.

Transcurrió su infancia y su juventud en Lima y en el valle cochabambino. Fue influido por la música e iconografía de la corriente contestataria del movimiento Pop de los 70’ y 80’, habiendo vertido esa influencia en sus obras de cuadros psicodélicos y místicos.

Posteriormente incursionó en la escultura en cerámica, donde alcanzó gran esplendor proyectando formas humanas regordetas y sensuales. En sus trabajos en arcilla alcanza una inserción profunda con la naturaleza al usar la plasticidad de la arcilla con un acabado de originales matices y tonalidades.

Llama la atención la forma voluminosa y redonda de las piezas cerámicas modeladas por el artista, quien dice que ello ocurre por su marcada tendencia a recuperar del habitante autóctono sus características de poca estatura, regordete, espíritu alegre y lleno de energía. De sus obras creadas con sensuales figuras femeninas (gordas sin colesterol), descarta influencia alguna del escultor colombiano Fernando Botero y sus figuras obesas, subrayando que sus líneas de arte son influenciadas por la cultura mochica-chimú. Su estilo es  volumétrico y heredado de sus anteriores trabajos de escultura en piedra, que lo llevó a utilizar imágenes redondas y no alargadas.

Como escultor maneja la arcilla, que en su obra la multiplica en los cuatro elementos de la naturaleza, la tierra que se hace barro con el agua, se solidifica con el aire y se purifica con el fuego.

En su obra busca insistentemente plasmar el sello de las tradiciones que forman parte de la cosmovisión andina, entendida como la mitología, la cordillera andina, la dulzura del indígena quechua y la rigidez del aymara, y la magia y temple del habitante andino.

Diseñó y plasmó murales y esculturas notables en la ciudad de La Paz.

Participó en varias exposiciones nacionales e internacionales de arte en Chile, Perú, Argentina y Uruguay, siendo acreedor a reconocimientos y premios por su innovadora y fecunda labor artística.

Ha sido instructor en su atelier de jóvenes ávidos de aprender y replicar  sus técnicas en Bolivia.

ETAPAS DE SU TRAYECTORIA ARTÍSTICA

  • Etapa contestataria, psicodélica y mística marcada por la incesante búsqueda de armonía, paz y sueños que perduran de esa época.
  • Etapa indigenista. Cosmovisión andina (aymara y quechua).
  • Etapa volumétrica. Hedonismo sensualista.
  • Etapa de consolidación de los símbolos de la cosmovisión indígena aymara y quechua.

EL SELLO DE SUS OBRAS EN PINTURAS Y ESCULTURAS

Siendo un artista autodidacta Guido Köller no sigue los rigores del estilo de ninguna escuela de arte definido. Su fuerza  propia, creativa, irrumpe espontánea y desbordante de emanaciones telúricas de la tierra nativa donde habita y se expresa con fuerte pasión. Su mente inquieta y caprichosa se sumerge en las profundidades de lo místico y sale a la superficie revelada en obras de arte nativo indigenista. Utiliza el color pleno en algunas obras, pero su preferencia es el mate y terracota con la intención de ser sugerente y sutil en la expresión de su sensibilidad delicada, que a veces exhibe al adulto casi siempre niño (chiquillo), que siempre habita en él.

CREANDO LA ESCUELA DEL ARTE NAIF ANDINO

La importancia creativa de Guido Köller a lo largo de su trayectoria artística ha permitido esbozar lo que podemos llamar la tendencia hacia la creación de una escuela del arte “naif” andino inspirado en vivencias y percepciones de la cosmovisión que lo rodea.

(*) El autor es promotor y comentarista de arte.


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